El imponente edificio de la Hacienda de Jaral de Berrio, está en el municipio de San Felipe (1.2 horas de distancia de San Miguel). Ahí, se han filmado: películas, series, y cortos varios. Lo cierto, es que al recorrer sus patios, pasillos y traspatios, el paseante puede casi trasladarse a su época de gloria.
No hay en internet anuncios sobre los horarios de tours, o días de apertura; y es que el tema va más allá de lo legal, pero ese lo pueden platicar los locales. La realidad es que en el pasado, la hacienda no solo tuvo más de seis mil empleados, sino su propia estación de tren, una iglesia particular y otra para el pueblo, además de escuelas para la servidumbre. Hoy, únicamente los vestigios quedan. En la época de gloria, en el lugar habría habido hasta 20 mil cabezas de ganado, y una mezcalera, pues fue la primera finca con una cédula concedida por el gobierno colonial para producir el destilado.
Es toda una experiencia recorrer el espacio, pero hay que ver en dónde se pisa, y es que aunque se pueden apreciar todavía los frescos en algunas habitaciones que se interconectan por puertas rectangulares a mitad de la pared, algunos ya están derruyéndose.
Desde una de las torres puede verse la plaza, donde están los silos en que se guardaban los granos, una era, una iglesia que era para los trabajadores del lugar, y un mausoleo donde estarían los restos de los antiguos dueños.
También es verdad que ahora ya no se envasa ni comercializa ahí el mezcal—parte del mismo tema legal. Pero a la vuelta, del lado izquierdo están quienes lo venden. Si va a ir a Jaral, los recorridos son de 10am-2pm, luego de esa hora nadie puede ingresar.
Para cerrar el día, aunque podría uno querer ir a descansar, no cae mal un vino rojo o blanco en la Bella Italia (Portal Guadalupe). Recomiendo berenjena parmesana—para iniciar—y se puede compartir; y luego una pasta fruti di mari. Claro que hay carnes rojas, pescados, y ensaladas. Las mesas del portal (la de la esquina, sobre Correo es la favorita) son las indicadas para ver la vida pasar, la lluvia probablemente, o hasta encontrar un perro perdido para llamarle al dueño y que lo vaya a recoger—ya es conocido del lugar, no te sorprendas. Y probablemente mientras disfrutas de la comida, la bebida, y el descanso luego de Jaral, se aparezca un caricaturista, y por 300 pesos te haga un dibujo.