Sol y Beibi, son la primera pareja del mismo sexo que contrae matrimonio en San Miguel. Su proceso para poder casarse inició en 2019. Hoy, fuera del Registro Civil, aseguran que es un proceso sencillo, y que cualquiera que desee puede hacerlo, incluso ofrecen ya abiertamente su apoyo para quienes se les ha negado este “derecho”.
En 2019, Araiza y Palma, consiguieron un amparo para poder casarse. Eligieron la fecha, 26 de junio de 2020. Sin embargo por la contingencia, todo se detuvo. Este 28 de junio, Día Internacional de la Diversidad, sus firmas quedaron plasmadas en su acta de matrimonio. Hoy—legalmente—son ya una familia homoparental; tienen dos hijos, y casarse representa una protección no únicamente para ellas, sino para los hijos.
El Proceso
Luego que tenían un año de relación (en 2019), decidieron que debían casarse. Sabían que si iban al Registro Civil le negarían la licencia. “Rafa Cabrera nos invitó a una reunión con un colectivo de León. Ellos nos apoyaron con un documento para solicitar la licencia, la juez nos la negó. Así fuimos al Poder Judicial, demandamos al Registro por la negación de licencia, y luego conseguimos el amparo. Fue fácil. He ayudado ahora a varias personas, y lo único en que gastamos fue en los viáticos cuando llevamos la demanda. No es un proceso costoso. Ya luego cubrimos el gasto de la licencia en el Registro, como cualquier pareja que desea casarse.
“Conocemos varios casos de parejas homosexuales que pasaron una vida juntos; pero cuando fallece uno de ellos, la familia siempre dicen que eran amigas, o amigos. Si hay testamento siempre consiguen amparo, porque la otra persona queda desprotegida porque legalmente no representa nada. Hoy nosotras compartimos la casa juntas, todo juntas”, por ello consideraron el matrimonio.
Aseguró Araiza, que el juez que otorgó el amparo, les dijo que luego que haya cinco matrimonios entre personas del mismo sexo, registrados en la ciudad, entonces la sexta pareja ya no iría al amparo, sino que su licencia se expedirá como a cualquier otro contrayente.
Acompañadas por familiares y amigos, y entre banderitas con los colores de la diversidad sexual, Araiza y Palma se dieron un beso, mientras que la hija de Sol interpretó Aleluya.