La guía de vida saludable de una mujer mexicana

La guía de vida saludable de una mujer mexicana

Por Carmen Rioja

 

“Podrán cortar las flores, pero no lograrán detener la primavera”.

Mario Benedetti

 

La primavera se acerca estrepitosa y pareciera llegar aún antes del solsticio para recordarnos que el poder de la naturaleza no puede ser ignorado. Para disfrutar las vistas con las jacarandas en flor, El mirador ubicado en la calle Salida a Querétaro, Antiguo Camino Real de Tierra Adentro, es uno de los puntos que todo caminante desea visitar; desde allí se pueden admirar esas nubes purpúreas que surgen más altas que las casas desde patios y calles arboladas. Esas flores que parecieran reflejarse en los colores de las nubes se han vuelto un símbolo de lo femenino. En este mes se celebró el día internacional de la mujer y ha suscitado una gran sororidad, homenajes y memoriales, pero también ronchas en algunas personas y en los casos más dolorosos, violencia. La salud emocional y física de las mujeres es interdependiente e indisoluble de la salud del resto de la humanidad. 

 

Se trata de garantizar la protección no solamente a la mujer sino a la vida en general, a lo sagrado femenino que significa ser la vía para nueva vida, ya sea en otro ser o a través de la creación artística, profesional, social, etc. De ahí que la visión del feminismo sea incluyente y diversa y se extienda a los varones. Por esta razón cuando buscamos alcanzar un estado de salud y felicidad pleno, debemos sabernos una comunidad entrelazada en la que cada uno de los individuos debe contar con las garantías de libertad creativa, asociativa, reproductiva y finalmente la protección de su integridad.

 

Cuando nos sentimos enfermos o presentamos cualquier rasgo de falta de salud, así en el cuerpo, en el alma o en la sociedad, lo primero es escuchar atentos a los síntomas y buscar consejo médico.

 

En la ciudad de México las mujeres gritaron ante un muro que no quería escucharlas, pero las flores, los colores y los nombres de las que faltan, trascendieron las fronteras. De nada sirvió que tiraran un dron que buscaba documentar desde el aire a las primaveras gritar a quien desde antes había decidido no escucharlas. Nadie puede lograr que la primavera se detenga. Escuchemos qué tiene qué decir cada una de las partes que duelen, antes de censurarlas o callarlas con analgésicos. 

 

En San Miguel de Allende, hay una rica cultura en torno a la salud de la mujer, pero no siempre fue así. ¿Sabías que la tienda La Victoriana fue fundada frente a Bellas Artes hace más de treinta años? Todo inició con el trabajo social de las parteras y más adelante se extendió a una botica naturista para todos. Allí puedes encontrar desde una crema natural anti-alergias, un gotero de Rescue Remedy con flores de Bach, hasta sales de baño y jabones biodegradables. Puedes preguntar por una consulta homeopática con su fundadora Alison Bastien, muy querida por todos en el pueblo porque además de saber escuchar a sus pacientes, les ayuda de la forma más natural a reencontrar equilibrio en su salud. Ella es una gran conocedora de plantas medicinales y aceites esenciales y nos comparte información para estudiar en su sitio: www.lavictoriana.com

 

Escuchar es un arte que necesitamos practicar cada día. Hablar para ser escuchados también tiene sus mañas, hay que buscar la hora adecuada y el dónde para tener mejores resultados. A mí no me encanta que me hablen en las mañanas. Prefiero mi café en silencio o con música veracruzana y soy mucho más elocuente por Whastaap que en persona. Si aún no logras la templanza y compasión necesarias para escuchar, toma una caminata por la mañana o por la tarde en el parque Juárez, escucha los pájaros, e intenta de nuevo. Intenta no cerrar puertas o levantar muros de por medio. Si aprendemos a escuchar, probablemente los demás también lo harán. 

 

No hay que esperar hasta que los otros tengan que gritar, pero si están gritando, escucha con atención. También existe la sana costumbre de buscar “gritaderos”, como la cima de un cerro, una cañada, en el cuaderno con la pluma, el concierto de rock o baile flamenco –tienen que ir a ver a Sally Avigdor bailar en el Paprika para entender cómo el cuerpo puede gritar pasión también bailando–, y por qué no, gritar en la regadera, sólo avisa a tus vecinos que piensas cantar muy fuerte para que no alarmes a nadie.

 

Escuchar a los que hablan muy quedito será lo más difícil, son los más necesitados ya que no tienen más fuerza para comunicarse, si tienes la oportunidad de hablar por ellos entonces el premio en salud será mayor para todos y ni se diga de la gratitud al sentirse útil. La salud física depende mucho de los hábitos cotidianos y de cómo nos sentimos emocionalmente en el día a día.

Carmen Rioja, es artista mexicana especializada en la restauración de materiales arqueológicos y talleres de creación artística. Le gusta escribir cuentos y poemas para arrojaros en botellas imaginarias al mar. Ella ha publicado los libros La Muerte Niña y Rojo 43.