Políticas públicas, para proteger a niños, niñas, y adolescentes

Políticas públicas, para proteger a niños, niñas, y adolescentes

Por lo menos 80 niños, niñas y adolescentes llegan a la ciudad cada día para vender: chicles, burros, dulces, o pedir dinero a quien se compadece de ellos. Hoy el Sistema de Protección de Niños Niñas y Adolescentes—SIPINA—trabaja no solo para generar diagnósticos, y conciencia sobre el respeto de los derechos de este sector; pero también en un programa piloto para prevenir, y evitar la explotación infantil. Además piden a turistas y locales no entregar dinero a los niños que lo requieren, y ser así parte de la solución en que ya trabaja el SIPINA. 

 

Los diagnósticos que ha generado el SIPINA indican que el sector de la población que llega de miércoles a domingo a la ciudad para vender, o pedir dinero, deriva principalmente de San Lucas, Don Francisco, El Pueblito, y Peña Blanca; y otro porcentaje viene de municipios como: Comonfort, Salamanca, e incluso Celaya. 

 

Juan José Bautista Garza, secretario de SIPINA, compartió que el Sistema fue reintegrado en San Miguel en 2019, y ahora por el trabajo y desconcentración del ayuntamiento, será un modelo a seguir en el estado. Comentó además que el trabajo del Sistema no debe confundirse con el de la Procuraduría—parte del Sistema DIF—pues el trabajo del SIPINA más bien es de promoción, de concientización para que las personas conozcan, y respeten los derechos de la niñez “y es que en ocasiones ni los adultos, ni los niños conocen los derechos”—revise la caja de datos.

 

Acorde a Lourdes Morales, consejera del Sistema, y quien ha trabajado 20 años en temas de derechos de la niñez, el SIPINA es un organismo que surgió con el objetivo de impactar en la política pública, para que los proyectos, y obras del gobierno estén basados en las necesidades de los niños, que éstas estén contempladas en el presupuesto. 

 

Hoy el sistema quiere eso, impactar en las políticas, y por ello ha iniciado un pilotaje para evitar la explotación y trata de menores en la ciudad. A inicios de febrero, el Sistema sesionó y presentó su programa contra los temas. 

 

El programa y material presentado a los integrantes del SIPINNA ya está siendo impartido a todas y todos los prestadores de servicios turísticos que laboran en el municipio, para que actúen bajo el debido protocolo en caso de encontrarse con posibles situaciones de “Trata y Explotación Infantil”.

 

Sobre el proyecto, la maestra y consejera Morales, aseguró que capacitar a la población general en el tema es un objetivo (incluso hacerlo oficial en las asignaturas de la SEP, por lo menos en el municipio) sin embargo, por ahora se requiere una muestra “controlada”. Acotó “el turismo es un grupo consolidado, podemos capacitarlos. Si ven algo irregular o que puede apoyarnos, podemos saber si se requiere ayuda. Ahí, en este sector inicia el protocolo, entonces ahora ellos ya saben a quién y cómo acudir para ayudar a los menores. Es un pilotaje”.

 

La maestra Irene Fuentes, consejera, que ya ha implementado el programa en otras ciudades, aseguró que implementarlo en San Miguel vino luego de los diagnósticos sobre niños vendedores, y limosneros que realizó el SIPINA y DIF Municipal de agosto a diciembre, 2020.  

 

“Luego de las brigadas, se sugirió al sistema tener el apoyo de otros sectores de la sociedad, como el turismo. Todo el tiempo tenemos una persona—colaborador de la industria—que pueda detectar situaciones de explotación infantil y pueda contribuir a disminuir los eventos. Lo que estamos haciendo para la detección o denuncia son talleres de capacitación y sensibilización para los servidores turísticos. Parecería normal que un papá, o mamá cometa actos de abuso hacia el niño, porque es su familiar. Aunque la realidad es que debemos intervenir y prevenir. 

 

Desarrollamos una metodología, cursos de sensibilización y capacitación. En la sesión se espera que quien reciba la información interiorice la problemática, se sensibilice y tenga empatía con la posible víctima. Platicamos de estadísticas, problemática en el mundo, el país, y estado, más el protocolo de acción, ¿qué se debe hacer? ¿Cuál es la decisión a tomar?” compartió la maestra Irene. 

 

Por otro lado, la consejera Morales remató “es un modelo de prevención. ¿De qué sirve ser una ciudad reactiva? Gracias a todos San Miguel no es una ciudad que tenga el problema. Es el momento de preverlo. Cuando ya lo tienes vas tarde, no capacitaste a la gente. Queremos un pueblo turístico sano, una sociedad sana”. 

¿Y los niños de calle?

 

Morales aseguró que el programa “Tu moneda me ata a la calle” será implementado en breve, y será permanente. Y es que si se lanza como se ha hecho anteriormente, y no solo en San Miguel, sino en otros municipios como Celaya, al promocionar los servicios que ofrecen las distintas dependencias del gobierno, el objetivo se desvía. 

 

“La campaña la tiene Celaya. El problema es que se pierden. Cuando hablamos de la campaña lo que hacen ellos es ofertar programas, servicios del gobierno. No previenen el problema. Debemos conocer cómo evitar que el niño esté en la calle. Debemos atacar el problema, no llevarle un folleto. Debemos ver la problemática de raíz. ¿Quién los trae? ¿Por qué los trae? ¿Cuáles son sus condiciones de vida en el lugar de origen? ¿Hay una persona que los trae a todos? ¿Cómo viven en su entorno? Revisar las condiciones, y buscar una solución para garantizar el derecho a una vida libre de violencia”, concluyó.