En pequeño, pero sí habrá Xúchiles

En pequeño, pero sí habrá Xúchiles

Tradicionalmente, la noche inicia con una kermés en los barrios más antiguos de la ciudad; ahí se reúnen las personas; comen, cantan, bailan, se preparan. Luego cerca de las 3am saben que deben cargar las estrellas gigantes—de madera, adornadas con papel colorido; y montadas sobre un palo—para anunciar que ya viene el alba, pero también para que a las 4am, se dispare la pirotecnia que como ofrenda luminosa se entrega al Santo Patrono (San Miguel Arcángel) que instituyó el Fray, Juan de San Miguel. 

 

Pero la fiesta (Alborada) creció tanto que ahora no la controlan ni las autoridades—aunque éstas son las que financian la pirotecnia. Uno de los tradicionalistas más arraigados en la ciudad—Emigdio Ledesma—el año pasado, tuvo incluso que fingir un dolor de rodilla para no seguir en el desfile que sale de la Aurora hacia el Centro de la Ciudad—la madrugada previa a la fiesta—porque no pudo evitar sentir nostalgia. Ahora indica Don Emigdio que el desfile y la fiesta nocturna “es un río de alcohol, una gritería de improperios”, y cuando los pocos oficiales de seguridad que trabajan tratan de controlar el descontrol entregado por el gobierno, la multitud puede más, así que a la policía no le queda de otra más que retirarse. “Estamos en una etapa de reflexión, estamos vivos, hay que ver lo que podemos perder si no se controla La Alborada” comentó Ledesma; preocupado porque la Dirección de Cultura, y el curato de La Parroquia, le autoricen colocar unas estrellas entre las rejas del atrio del edificio al Arcángel San Miguel, y recordar que “fiesta sí hay, pero debemos permanecer en casa”. Todavía se trabaja para preparar contingentes pequeños, hasta con dos estrellas, y unos quince minutos de pirotecnia; pero no se ha confirmado. 

Sin pompa

 

Paulina Cadena, directora de Cultura y Tradiciones, dijo para Atención que la oficina que dirige trabajó en capsulas sobre la tradición en San Miguel, y que éstas serán distribuidas a través de plataformas digitales y canales de televisión; sin embargo sí aclaró que no habrá alborada, ni fiesta pública, ni otros ritos que pudieran concentrar centenares, o miles de personas; como la entrada de las Ánimas, Xúchiles y Danzas. Y si acaso existiera, serán celebraciones en pequeños grupos. 

 

Trabajadores de fábricas textiles en Salvatierra y Villa Hidalgo (Michoacán), fueron transferidos a Fábrica La Aurora en San Miguel. Ellos adoraban a la Virgen de la Luz. Aquí encontraron a la Inmaculada Concepción, y a ella le ofrecieron la fiesta comunitaria—porque el pueblo la costeaba—que le ofrecían a la Virgen de la Luz en sus pueblos. La pirotecnia habría ocurrido el 8 de diciembre de 1924. 

 

No solo la música de banda de viento, las estrellas gigantes, la pirotecnia, sino la alegría con que se festejaba la multitud a la virgen, llamaron la atención del vicario de la parroquia de San Miguel Arcángel (Refugio Solís), quien invitó a los devotos a hacer la fiesta otra vez, pero ya no en Las Monjas, sino en la parroquia—indicó para Atención Emigdio Ledesma—y así el 29 de septiembre de 1925 inició la tradición que al paso de los años ha crecido, pero también se ha desvirtuado. 

 

La noche de La Alborada—que este año debía ocurrir la madrugada del 3 de octubre—cientos de personas se reúnen en La Aurora, Valle y La Estación. Luego salen en procesión bailando, cantando, cargando estrellas (y bebiendo), para encontrarse los tres contingentes en la esquina de Canal, Plaza Principal, e Hidalgo. Luego de dos vueltas al Jardín Principal, con los grupos fusionados, inicia la fiesta de luz que dura 60 minutos. 

 

Sin embargo, debido a que la fiesta se volvió alcohol, griterío, e improperios; amén que es en la madrugada y no es común que asistan niños o adultos mayores: la maestra Gloria Rodríguez decidió realizar una representación de ésta fiesta el viernes previo. “La primera vez que lo hicimos fue muy poca la participación, creímos que sería la primera, y la última” comentó para este medio, sin embargo luego de 20 años se ha convertido ya en un emblema previo a la fiesta. Eso sí, este año no habrá reseña, y la Asociación que representa la maestra, solicitó que mejor se distribuyera la pólvora de la alborada a cada una de las iglesias de los barrios, para que todos pudieran disfrutar—aunque fuera poco tiempo—de la tradición cancelada. Están en espera de una respuesta por la Dirección de Cultura. 

 

Sí habrá súchiles

 

El día de la fiesta, 3 de octubre este año, en Calzada de la Estación se reúnen unos 40 grupos de danzas locales, regionales, y nacionales. Ahí también se dan cita los descendientes de ancestros que formaron San Miguel, y a ellos los representan con cruces que representan los espíritus y guían la procesión. 

 

Mezclados entre los danzantes, caminan destino a la parroquia hombres que cargan pesadas estructuras hechas con postes de pino paralelos, adornados con cucharilla (hoja de guapilla), flores de cempasúchil, y hasta panes gigantes. 

 

En el México antiguo, ésas creaciones eran para cargar y llevar a la sepultura a los guerreros caídos en batalla, al sepultarlos la estructura era erigida en la cabecera como una ofrenda. 

 

Estas ofrendas, son creadas durante la noche previa a la procesión (que no ocurrirá este año). Los tradicionalistas se reúnen en el lugar acordado, y ahí comienzan a trabajar entre alabanzas y oraciones. 

 

El Valle del Maíz es uno de los barrios responsables de elaborar una estructura. 

 

Para Atención, Agustín González—mayordomo de las fiestas del Valle—indicó que sí habrá súchiles, y ya en una reunión con la dirección de Cultura se acordó que éstas se colocarán durante los días de la festividad, sin embargo los horarios se los darán a conocer ya cercano el día, para así evitar conglomeraciones innecesarias. 

 

Consulte el programa actualizado en Qué Pasa, edición 1 de octubre, y en Centrales de Atención.