La crisis por COVID, no es la única que esta organización ha enfrentado; sin embargo gracias a sus reservas financieras, La Biblioteca logró no solo asegurar los recursos para sus becados; sino para cumplir con la nómina de sus colaboradores.
Afortunadamente, los últimos años se vio una completa reorganización en sus políticas y procedimientos, y el establecimiento de reservas financieras para respaldar sus compromisos con los becarios, sus programas educativos y culturales, y sus empleados.
La Biblioteca también recibió dos donativos que fueron inmediatamente destinados para los proyectos de expansión del edificio, dentro del plan de trabajo con INDAABIN, la oficina federal a cargo de la administración de los edificios propiedad del gobierno.
Incluso antes que el gobierno local, estatal o federal dictara que los negocios, espacios públicos y recreativos, y centros religiosos, debían cerrar; La Biblioteca Pública de San Miguel de Allende A.C ya había tomado la decisión: cerrar; y enviar a sus trabajadores a casa; pero también cerró el punto de encuentro para locales, y visitantes. Pero si los ingresos de este centro comunitario, dependen de las donaciones y lo aportado por sus empresas sociales, ¿Qué hacer entonces? ¿Cuál es la situación actual, las innovaciones, los retos, los proyectos, que trae para la población general La Biblioteca? En una plática, su presidente, Ali Zerriffi nos platicó las decisiones, planes y proyectos.
Cuando parecía que todo iba perfecto…
Las finanzas estaban (están) sanas, las empresas sociales funcionando, el personal estable, clases, talleres, becas funcionando como nunca; entonces vino la contingencia. La mesa directiva conocía lo que estaba ocurriendo en el mundo, y cómo estaba impactando a México la crisis de salud, entonces quiso minimizar los contagios y los grupos de personas en lugares abiertos o cerrados. “Era una decisión importante que tomar. ¿Qué hacemos? Tenemos dependencia financiera sobre los ingresos del teatro, café, giras, periódico. Tomamos decisiones sobre qué principio. El reto mayor es la nómina, tenemos cuarenta empleados. Ahorramos. Pero estamos quemando las reservas financieras que recibimos,” comentó el presidente.
¿Qué sigue?
La Bodega de Sorpresas cerró, porque el giro de la Biblioteca no es vender ropa usada. Luego de recibir una donación—el donador prefiere mantenerse anónimo—la condición fue que se entregara a una institución de beneficencia, así todo lo que había se entregó a Casa Hogar Mexiquito. Ahora, el espacio será utilizado para clases, o talleres.
El Periódico Atención San Miguel—que vuelve hoy a impresión, luego de cinco meses—se digitalizó, y se creó una nueva página electrónica, igual para Qué Pasa y La Biblioteca. “Estamos actualizando nuestros productos para que sean más dinámicos” comentó Zerriffi, aunque sí dijo “el mercado está lento, pero ya estamos aquí, nuestros clientes entendieron, y nos ayudaron a manejar esta crisis, nos dimos la mano”.
Teatro Santa Ana, recién inaugurado en enero de este año; se actualizó el equipo de luces, el equipo de audio y video, además está equipado a prueba de ruido, pero está cerrado. Éste, ya cuenta con talleres, conciertos, conferencias, y otros eventos virtuales que se transmiten vía página de Facebook del Teatro Santa Ana, y Biblioteca.
Tienda, ésta que oferta joyería, libros, pinturas, artesanías, ya está abierta y cumple con los protocolos de salud dictados por el sistema gubernamental. En ella se analizan cambios, que seguramente irán más hacia productos como: libros, calendarios, cuadernos, plumas, tarjetas postales, etc. y en el caso de la artesanía, será de cooperativas rurales—el trabajo está en proceso.
Tours ya se trabaja en la digitalización para realizar tours virtuales: arquitectónicos, casas, jardines, viñedos, tradiciones, que se
transmitan por distintas plataformas.
Café Santa Ana, estrenando menú está abierto al 50 por ciento de su capacidad, y opera de lunes a sábado de 9am-3pm.
¿Y la Biblioteca? Se trabajó en un proyecto con la Universidad Virtual del Estado de Guanajuato para tener acceso a bibliografía digital, sin embargo el recurso no es suficiente, y el trato está desecho. Ahora se busca trabajar con la Red de Bibliotecas, u otras organizaciones, pero siempre hay un problema, las plataformas no son bilingües, o el costo para cambio de equipo y programas es elevado. Sin embargo se sigue trabajando en ello.
El edificio abrirá una vez que cumpla con los protocolos que dicta el gobierno local, y lleguemos a la fase 3 de reapertura—estamos en la fase 1.
Así, ahora se trabaja en los retos: el reto primero es sobrevivir la pandemia; aprovecharse de la crisis para innovar; y actualizar las herramientas, procedimientos, productos.
Ante ello, Alí Zerrifi agregó que ante la crisis que vivimos, es un buen momento para que “la comunidad se dé cuenta de la importancia de La Biblioteca. No podremos sobrevivir sin apoyo moral, financiero, voluntariado de la comunidad”.
Nueva Mesa Directiva
Las elecciones para la nueva Mesa Directiva, se realizarán el próximo año, en marzo. Así el presidente de la mesa, indicó: “en mi experiencia en La Biblioteca, y por lo menos en tres mesas directivas, el desafío mayor es cómo asegurar la sucesión. Ahora aunque tengo el derecho para postularme como presidente, no lo haré. Tenemos un equipo muy fuerte, organizado, con gerentes de departamentos, director ejecutivo, una mesa directiva con Debra Broussard como Vicepresidente, desde el inicio hizo mucho trabajo como voluntaria, ahora puede ser presidente.”