Mujeres víctimas de violencia y colectivistas protestan en las oficinas de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH)

Mujeres víctimas de violencia y colectivistas protestan en las oficinas de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH)

Foto: La Razón De México

 

El pasado miércoles 2 de septiembre del presente, Marcela Alemán, madre de una hija víctima de violación sexual en San Luis Potosí, se amarró en una de las sillas de la CNDH en protesta luego de que la titular de la Comisión, Rosario Piedra Ibarra le dijera que la carpeta de investigación del caso de su hija estaba mal integrada.

 

A la reunión también acudió Silvia Carrillo, madre de un joven asesinado, que, de la misma forma fue informada de la mal integración de la carpeta, Silvia amagó con suicidarse.

 

Fue así como varias mujeres del colectivo feminista fueron a las oficinas de la CNDH e iniciaron una protesta en la que se busca justicia para los casos que aún no han recibido respuesta por parte la autoridad.

 

El viernes 4 de septiembre, las colectivistas lograron entrar a las instalaciones, desalojar a los trabajadores y convertir las oficinas en un refugio para mujeres, un día después de la toma del edificio tanto Silvia como Marcela, se retiraron del lugar, aunque, la protesta siguió.

 

Durante la toma de sus oficinas, la CNDH lanzó un comunicado en donde se pide respetar el patrimonio de las instalaciones, sin embargo, integrantes del colectivo “Ni una menos” señalaron que dicho comunicado iba dirigido a los medios de comunicación ya que, no ellas no fueron contactadas por nadie de la comisión.

 

El presiente López Obrador, en conferencia, dijo respetar la manifestación, pero no estar de acuerdo con la pinta sobre la imagen del cuadro de Madero.

 

Erika Martínez, madre de una hija que fue abusada sexualmente por su padrastro, mencionó que han pasado tres años y aún no ha recibido justicia, su hija de ahora 10 años pintó sobre el cuadro de Francisco I. Madero.

 

”Este cuadro, estas flores, estos labios pintados, se los pintó mi hija. Mi hija, una niña que a los 7 años fue abusada sexualmente. Entonces quiero decirle a ese presidente que cómo se indigna por este cuadro ¡¿Por qué no se indigna cuando abusaron a mi hija?!” gritó Erika en un video frente al cuadro.

 

En el transcurso de la protesta, las colectivistas encontraron varios cortes de carne y quesos finos que han servido como alimento para las protestantes, según Erika Martínez más de 30 personas se alimentan de los víveres del edificio.  

 

Las colectivistas invitan a las víctimas de violencia a quedarse en el edificio de la CNDH, ahora convertido en el “Refugio Ni una menos”, y, advierten, irán por más oficinas gubernamentales para exigir justicia.

 

Hasta la fecha, las colectivistas reciben donaciones en especie para la mantención de la protesta y señalan que no devolverán el edificio.

 

Fuentes: animalpolitico.com, forbes.com.mx, @CNDH.