Por Natalia Ospina
Hace 500 años los diversos grupos étnicos conocidos colectivamente como los Chichimecas, vivían en harmonía con las tierras de Guanajuato. Ellos eran una extensión de sus tierras; como el viento recorrían su territorio levantando las riquezas que ella les ofrecía. Cazaban y recolectaban, siempre dejando Ofrenda en agradecimiento a la madre tierra y al padre sol por darles vida y sustento. Lugar que pisaban era su casa y lo cuidaban como tal.
Los abuelos aprovechaban cualquier momento para contarle a sus nietos la historia de la humanidad y les enseñaban sobre las plantas y sus remedios, los animales y cómo convivir con ellos, las semillas y cómo reconocer, recolectar y resguardarlas porque son la continuación de la vida.
En la época de la colonia, San Miguel de Allende era un punto crucial de cruce para los que aprovechaban la vasta riqueza de las tierras del bajío. Por este camino se fue creando un intercambio material y cultural entre el sur y norte. Pasaban tesoros como metales y minerales preciosos saqueados de otros puntos que aquí se quedaban por azares del destino o maniobras humanas, como las de los Chichimecas que por su cuenta saqueaban a los saqueadores forasteros.
Es este movimiento de recursos y cultura lo que inspiró el proyecto culinario “Ofrenda,” la imaginación de una carreta chichimeca cargando los tesoros de las cuatro direcciones del país. El propósito es ofrendar a los sanmiguelenses y visitantes las variadas riquezas de todo México en uno de sus distintivos a nivel cultural: la gastronomía, arte y ciencia demostrativa de una cosmovisión de los propios pueblos antiguos y del desarrollo que ha sostenido con influencias externas a través del tiempo.
Aquí se busca honrar el origen de los alimentos—y su razón sagrada de alimentar cuerpo y alma—con ingredientes ancestrales venerados por nuestros antepasados como lo son las semillas, las plantas, y la carne. Con esto también va el enaltecimiento de los cuatro elementos que hacen posible esta alquimia: el fuego, el aire, el agua, y la tierra.
Ofrenda existe para deleitar todos los sentidos con la belleza del México profundo.
El menú cambia con opciones de temporada y para poder abarcar tantas posibilidades sabrosas que ofrece la mexicanidad así como las técnicas de la “alta gastronomía,” llevada a cabo por el Chef Jorge Nieves quien ha cursado por restaurantes emblemáticos como lo son Pujol, Maximo y Rosetta, y ha recorrido lugares como Oaxaca, Quintana Roo, San Luis Potosí y Guerrero en búsqueda de los sabores de México.
Están invitados a probar la milpa en una jícara (fruto tradicionalmente secado para ocupar como recipiente para servir) o a Guanajuato en una exquisita “guacamaya,” o la herencia milenaria de las abuelas concentrada en nuestros tamales y atole, o el campo en lo refrescante y nutritivo del maguey hecho aguamiel o pulque; o la riqueza de Oaxaca en unas enmoladas…
Con una variedad de opciones para todos los gustos, este lugar se ofrenda a la comunidad en tributo a México pasado, presente y futuro, demostrando que al mirar hacia dentro es que encontramos los más grandes tesoros, la comida con conciencia y la OFRENDA VIVA.
Stirling Dickinson 9, esquina con Potrero
Lunes-Sábado, 9am-5pm
Instagram / Facebook @ofrendasma
415 178 2515