Con estos tiempos de mucho frio y el cielo despejado se me antojo hacer unas fotografías, primero fuí por unas pizzas a la calle de insurgentes en el centro porque no sabía a dónde me la comería porque estaría al aire libre. Entonces decidí ir a La Aldea (que está es un fraccionamiento en la ancha de San Antonio). Aproveché el fraccionamiento junto con su patio para hacer unas fotografías ahí. Es un lugar muy verde, con casas que tienen fachadas bonitas y el lugar siempre está limpio. También es un buen lugar para caminar y pasar un tiempo chill. Después de ahí fuimos a tomar el camión al oratorio para ir al Cante (Calle Paloma, Las Colonias) también es un lugar natural en donde se pueden hacer unas tomas de plano general por que el paisaje siempre se ve increíble. Al terminar las fotos me senté ahí a comer la rica pizza de pastor que había comprado antes. Se me pasó la tarde platicando y disfrutando de la armonía que se encuentra en el lugar.
Ya estaba por oscurecer y aún tenía ganas de hacer una parada más para tener unas fotos de noche, así que decidí caminar hacia el parque Zeferino Gutiérrez, es un parque prácticamente nuevo donde puedes encontrar una mini laguna sintética, también hay pequeños puentes y pasillos con decoraciones naturales iluminadas con faros, que hacen que puedas hacer unas fotos bellas. El sol se estaba metiendo y le daba esos colores a las fotos que son inexplicables. Ya para terminar camine hacia un mirador que se encuentra en la Colonia Cuesta de San José, que es prácticamente la colonia que está arriba del centro. Desde el mirador se puede observar la presa, todo el centro y gran parte de San Miguel de Allende, nos pinta una vista que ningún otro mirador tiene. Ya teníamos las tomas que queríamos, ya solo faltaba regresar y pasar por algo de cenar porque caminamos mucho y todos estaban cansados. Llegamos a la plaza cívica por unos taquitos que venden justo en Mesones, frente a la pastelería FerTrin, platicamos un poco sobre ese día y cada quien partió a su casa.