“¡Atención! Está usted entrando a una zona de alto riesgo por COVID-19, es el mensaje de lonas informativas que ha instalado la Jurisdicción sanitaria II en colonias con alto índice de contagiados por Covid19. 

 

En éstas se recomienda utilizar el cubreboca, alcohol en gel, distancia de al menos 2 metros entre cada persona; de preferencia no salir de casa; y si se encuentra personas con síntomas como fiebre, dolor de cabeza, o garganta, pérdida de gusto y olfato, acudir a una clínica para atención médica. 

 

Los mensajes se han instalado en colonias como: San Rafael, San Martín, Guadalupe, Malanquín, San Luis Rey, Infonavit la Luz y Palmita de Landeta. 

 

Para Atención San Miguel, el jefe de la Jurisdicción, Jorge Vidargas Rojas, aseguró que el 85 por ciento de los contagios se encuentra en la zona urbana, y el 15 por ciento está distribuido en la zona rural. También declaró que el equipo de salud está reforzando las campañas para uso de cubreboca, e incluso han realizado encuestas y observaciones aleatorias en cada lugar de la ciudad, y se ha encontrado que el uso del aditamento ha ido en aumento, pues hace un mes apenas un 15 por ciento de las personas lo usaba, y hasta la primera semana de agosto, ya 45-50 por ciento de las personas lo estaba usando. 

 

Indicar en dónde están las zonas de riesgo, no es para crear pánico, aclaró Vidargas Rojas, sino para que la gente practique las medidas de sanidad como lavado de manos constante, sana distancia, uso de cubreboca, entre otras; y es que sí declaró que aunque los estudios están avanzados en el tema de vacunas, y el estado ha destinado presupuesto para la adquisición de la vacuna, seguro tardará un año hasta que aquí pueda estar disponible. 

 

Por su parte, el presidente Villarreal ha dicho que “la reactivación de la economía, no significa que el COVID terminó; implica ser más estrictos en la salud personal y hacia los demás”.

 

En el tema de Covid y lonas, Antonia Sánchez vecina de la colonia Palmita de Landeta aseguró: “la gente dejó de tener miedo. Como no vieron o alguien cercano, o a alguien conocido que sufriera de esta enfermedad la gente dejó de creer. Creen más en otras cosas que en la realidad y eso que se les está bombardeando de información, si no pueden ver un letrero grande no sé qué más se pueda hacer”.