Photo por Marcos Valdes
La industria de bodas ve como una esperanza la reactivación de las ceremonias; y es que finalmente, el ayuntamiento aprobó las medidas generales para la realización de estos eventos, que en un inicio tendrán capacidad para 60 personas, incluyendo staff.
Las medidas generales fueron aprobadas el 22 de julio por el ayuntamiento. Entre las medidas que los organizadores y trabajadores deben seguir, está la desinfección de los recintos, además tanto proveedores como trabajadores, deben contar con el certificado que entrega la administración pública “Primero la salud”.
La ciudad se ha ido abriendo paulatinamente, primero fue la fase cero en que abrieron pequeños negocios—varios—más tarde, en una fase intermedia, aprobaron que los hoteles abrieran al 40 por ciento de ocupación. Ahora, sin seguir las fases que estaban planteadas, han autorizado reactivar la industria de bodas, a partir del 27 de agosto.
Entre los lineamientos, se especifica que todo el personal deberá contar con equipo de protección personal como: caretas, guantes, y cubreboca. Por otro lado, se indica que cubiertos y cualquier material que se utilice en las mesas debe ser desinfectado previamente; además se recomienda en mesas los adornos sobrios, y evitar ceniceros, saleros, y servilleteros.
Las medidas generales, también indican que “las mesas deberán estar colocadas con un mínimo de dos metros de distancia entre ellas. Cuando se trate de eventos para máximo 60 personas, podrán ocuparse todos los espacios de las mesas; cuando se trate de eventos de máximo 150 personas, sólo se ocupará el 70% de los espacios de las mesas. Los recintos no deberán rebasar el aforo permitido, considerando asistentes y personal. Los menús serán desechables; no se permitirán servicios tipo buffete”.
El documento, que emitió el ayuntamiento, y ya entró en vigor, especifica que la limpieza y desinfección en los recintos debe ser periódica, con soluciones cloradas; sobre todo en las áreas con mayor contacto o flujos de personas, siguiendo pautas como: “mesas y sillas: de manera previa al inicio del evento. Sanitarios, cada hora. Todos los utensilios, amenidades, adornos y similares, de manera previa al evento. En el área de alimentos: limpiar y desinfectar las líneas de preparación, carros, transportadores y utensilios de cocina. Los trapos de limpieza deberán pasar por un proceso de desinfección cada vez que sean utilizados”.
Sin callejoneadas, ni pistas para baile
Guadalupe Álvarez de Penzi Weddings, que abarca más de las bodas (y en todos los tamaños) en San Miguel, indicó para Atención que la reapertura paulatina representa una esperanza no únicamente para su empresa, sino para su staff, y para la cadena de valor que la industria representa.
Junto a la Organización de Bodas y Recintos de San Miguel, el gobierno local, y la autoridad de salud, Álvarez indicó que trabajaron en los protocolos, siempre pensando en los sanmiguelenses. Agradeció el trabajo de Laura Torres (presidente del Consejo Turístico); Francisco Garay, Director de Desarrollo Económico, y las instituciones de salud. Aunque sí lamentó que por ahora, no se puedan realizar las callejoneadas, y que no esté permitida la colocación de estructuras para baile en los eventos.
“Las bodas serán pequeñas, y aún debemos esperar la reapertura del Registro Civil, y de las iglesias. Sobre mi staff—que se le ha reducido un porcentaje de su ingreso—irán a uno u otro evento, estarán distribuidos. Lo que sí, es que somos la primera ciudad en el estado en reactivar esta industria”.
Sobre cómo ha cambiado la organización ante el tema evidente, Álvarez aseguró: “muchas parejas están casándose en su fecha original, con la familia en el lugar que viven, y posponiendo la reunión para el próximo año en San Miguel. Otras están viniendo a casarse con su familia, regresarán. Algunas parejas han cancelado la ceremonia, otras han roto. Pero en general, muchas parejas han estado unidas y entendiendo que ahí comienza su vida, y que no es solo una fiesta. Ha sido complicado dar ánimo a las parejas. Tenían fecha, ilusión, luna de miel, planes para cambiarse de ciudad; además han perdido dinero por los boletos de avión, o vacaciones, etc”.
Finalmente, la planeadora agradeció que la Iniciativa Privada, el gobierno y salud estén trabajando juntos. A los sanmiguelenses mandó este mensaje “no nos vea como malos. No es que queramos abrir; queremos dar trabajo”.